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Me da asco la crema,
la leche sola,
los huevos a la copa,
la carne cruda,
el olor de la coliflor cociéndose
y de las habas también.

Me molesta
los que comen con la boca abierta,
los que escupen en la calle,
los que maltratan a la gente,
los que aman su tontera,
los que engañan,
los que hablan a gritos,
los que mastican chicle con la boca abierta
(en general las bocas abiertas me incomodan),
los que eructan como chiste,
los depravados,
los malvados,
los torturadores,
los que quieren todo sin esfuerzo,
los que quieren dar lástima,
los que olvidan,
los que no dan las gracias,
los prepotentes, los arrogantes,
los arribistas,
las cocinas con grasa,
el pelo sucio,
los que no usan desodorante.

No soporto
el café con azúcar,
las ensaladas con limón,
el ajo,
los que huelen a ajo,
la mayonesa casera,
los pantalones bajo el trasero,
el pan,
las comidas bañadas en aceite,
tener olor a comida,
las mujeres superficiales,
los controladores,
los (mis) labios partidos,
mi miedo a la gente,
las armas,
la guerra,
la injusticia,
el scotch que no se puede despegar del rollo,
los lápices que no escriben.

Odio...
solo a mi.