Yo, ¿quién soy?

A veces
me gustaría entenderme,
otras veces parece
que no vale la pena.

Generalmente
me gustaría tener un diccionario de mi
comenzar comprendiéndome
luego prestarlo para que los demás logren acercarse a mi.

En una nebulosa
tan áspera como el smog de Santiago,
lo que me rodea, sobre todo yo,
es confuso, me confundo.

No llueve, nada se despeja,
no queda más que forjar camino a tientas,
equivocándose siempre,
aprendiendo poco
como un ciego inexperto.

Amor, amor, amor,
olvidé como se dice
(peor, olvidé como se siente)
olvidé necesitarlo.

Ese amor con olor a flores,
ese amor suficiente,
ese amor compensatorio,
ya nada parece existir.

El temor quizás, el temor,
temor a sufrir,
temor a la ilusión rota,
temor a mi, temor a los demás.

Amor, amor, amor,
que sería el amor hoy en día (para mi).
Amor, no sé si lo quiero,
lo pienso y parece que se extraña,
amor me das miedo, me escondo, te dejo pasar lejos mío.

Tan cerca y, en una pestañada, lejos
no te pierdo, jamás te tuve
no te sueño, jamás te tendré,
me conformo con soñarte
creando historias estacionadas en ficción.

Pero te sueño,
no te olvido,
no quiero olvidarte,
solo quiero quedarme con tu recuerdo
y pensarte,
de lejos, como siempre,
solo de lejos.

Condicional

Si pudiera amarte estoy segura que te amaría a morir,
si pudiera acariciarte no pararía hasta que te vuelvas adicto de mis caricias,
si pudiera acercarme a ti sin miedo ni vergüenza estaría lo más cerca posible de tu corazón para darte calor eterno.

Si pudiera no es poder
para poder requiero tu consentimiento
para poder requiero tu deseo
si pudiera... y no puedo

Te entregaría, te querría, te encantaría,
te besaría (hasta el cansancio),
te adoraría, te mimaría como a un niño,
si no fuera por el condicional
se podría.

Sin rumbos, sin nada

Mis creencias ridículas, mis reflexiones pueden parecer inteligentes pero mi modo de actuar respecto a lo que digo me aleja del más mínimo esbozo de inteligencia posible, siempre digo que se pueden decir muchas cosas pero las acciones son las que definen la realidad, en eso trato de mostrar mi realidad poco consecuente: hablo como si fuera inteligente pero actúo como si fuera una perfecta imbécil.
Acostumbro a andar sin rumbo, hoy parece que he perdido todo tipo de rumbo posible, hasta las calles que generan los rumbos han desaparecido, me veo parada en un cuarto obscuro con un potente foco sobre mi pero alumbrando a muchos metros de distancia de mi cabeza por eso ni siquiera me sirve para ver si, por lo menos, el piso donde estoy parada es constante por que puede que de un paso y termine cayendo en un precipicio sin fin, más obscuro, sin foco.
Cláramente la vida, por lo menos mi vida, no es como el Mago de Oz, no existe un camino amarillo que te conduzca al lugar donde te conviene ir, tampoco hay hombre de hojalata, ni león ni espantapájaros, uno va solo caminando, sin luz, sin camino amarillo, sin zapatillas de rubí, sin certeza, equivocándose constantemente y, la gran mayoría de las veces, sin poder volver para tomar otro camino cuando te has equivocado. Me desagrada sobremanera vivir a veces, tengo un arma suicida a la mano, la miro, la tomo, la sueño y no doy el paso, trato de seguir caminando pero no hay caso, siempre termino en lo mismo: añorando valentía para terminar con todo.
¿Será válido pedirle a otro que te tome de la mano y sea tu lazarillo? Me parece egoista, por lo menos en mi caso, acostumbro a deambular caminos llenos de trampas peligrosas, con dolores extremos, a veces alegrías, a veces pesadillas profundas de realidades pasadas que se repiten cada cierto tiempo. ¿Qué habría sido de mi vida si esas pesadillas reales jamás habrían sucedido? como que a veces se me ocurre que no estaría acá en esto, que mis confianzas serían distintas a las que son, pero hace años que asumí esa realidad como mi realidad, entonces ya no me cuestiono preguntándome qué habría si... ya no fue, las cosas pasaron, las cosas pasan, hay fantasmas que se hacen personas cada cierto tiempo (cuando ellos quieren), al final ya aprendí a hacerlos parte de mi vida, el punto es ¿cómo afecta eso a quien pueda estar a mi lado? ¿será aceptado?. Mejor es dejar las ilusiones en un bolsillo.

Fallas de ser

Mi falla fundamental es ser,
ser ineficiente,
ser incompleta,
tener restricciones autoimpuestas,
tener problemas de inteligencia,
ser demasiado cariñosa,
ser demasiado desagradable,
incomprendida, incomprensora.
Querer cuando no me quieren
amar cuando no me aman
desear cuando no me desean,
no soportar que me rechacen
no soportar ilusionarme tontamente.

Mi falla fundamental es ser,
lo entendí hace años
no lo pude solucionar jamás
soy y fui,
un día me maté y desperté viva,
me morí y me devolvieron de la muerte
(ni allá me aceptaron parece)
no sé qué hacer conmigo
y es que solo soy,
no me gusta ser como soy,
no me gusta lo que soy.

monólogo sin sentido

Yo soy esa mujer que jamás se casará, esa con la que nadie quiere echar a perder su vida, jamás compartiré mi vida por que nací para defraudar, nunca para crear, por eso mismo nunca debería poder tener hijos, es una creación demasiado sagrada, ante mi obsesión por la perfección que nunca logro y la planificación que siempre atropello no me siento capaz de traer a una criatura para darle una vida más justa que la mía, menos erróneo que yo, no podría enseñarle a ser gente si jamás me he considerado parte de las personas, no puedo hacer a nadie feliz por que mis felicidades son tan reales y duraderas que el humo de una bocanada de cigarro, he sido tonta (sigo siéndolo sin remedio), he sido un ente sin valor que no puede dar valor a nadie.
Mi frustración soy yo, me doy cuenta que estoy más sola a medida que los que conozco forman familia, crean relaciones sinceras, construyen mientras yo destruyo, me destruyo. Por más esfuerzo que ponga solo llego a llenarme de ilusiones, no puedo culpar a nadie de solo crearme ilusiones cuando solo destruyo. Ilusiones, ilusiones ¿habrá un momento para mí? ¿será muy egoísta pensar así? Creo que no tengo derecho a pedir ¿acaso puedo decir trata de quererme? Yo solo hago daño, años pensando así, preguntándome si es justo que me quieran cuando tantos afirman que soy mala, cuando tantos creen que no valgo la pena.

Pésimos momentos de mi vida...

El comienzo de mi caída, el final de mi desastre, es imposible saber donde estoy, ¿principio? ¿fin? quizás ni siquiera estoy y sufro alucinaciones de mi, alucinaciones del tipo pesadillas.
No me quejo, los demás piensan que lo malo me lo busqué, es posible, no sé cual es la parte que hice tan mal, últimamente he evaluado en pensar que soy una víctima de mi ingenuidad pero aún así no puedo excluir la malicia con que otros se aprovechan de mis debilidades, la malicia está y yo jamás me doy cuenta que me está envolviendo y así estoy acá angustiada de mí.
He conocido una nueva definición de tristeza, esa áspera, irritante, la destructiva y sin salida, es que me lleva a despreciar, a sentir que prefieres abandonar a la gente para hacerte, ojalá, la persona más sola del mundo.
Maldita yo por la vida que he tenido, maldita por no cambiar pese a todo lo que he vivido: engaños, violaciones, pérdidas, indiferencias, abusos, insuficiencia tanto emocional como intelectual, esperanzas rotas, sueños destruidos. He dejado que me roben todo, desde dinero hasta la niña que una vez parece que fui a golpes para hacerme mujer. No sé si quisiera seguir viviendo, no sé si deba seguir viviendo, es que no es justo, a veces las circunstancias no son justas conmigo (o yo no soy justa con las circunstancias, total las culpas siempre son mías, no importa)