
Búscame en tus ojos
y sácame, líbrate
como quien se saca
la tierra de los pantalones.
Ódiame y tírame,
abandóname, olvídame
para respirar fresco,
sano y en paz.
Yo llegué a tu vida
como si pagaras una culpa
un castigo demoníaco,
una tortura infinita.
Me pudrí y casi te contagio,
escapa antes que sea tarde,
maldíceme para que no te siga
golpeame hasta morir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario