jueves, abril 10, 2008

Sin rumbos, sin nada


Mis creencias ridículas, mis reflexiones pueden parecer inteligentes pero mi modo de actuar respecto a lo que digo me aleja del más mínimo esbozo de inteligencia posible, siempre digo que se pueden decir muchas cosas pero las acciones son las que definen la realidad, en eso trato de mostrar mi realidad poco consecuente: hablo como si fuera inteligente pero actúo como si fuera una perfecta imbécil.
Acostumbro a andar sin rumbo, hoy parece que he perdido todo tipo de rumbo posible, hasta las calles que generan los rumbos han desaparecido, me veo parada en un cuarto obscuro con un potente foco sobre mi pero alumbrando a muchos metros de distancia de mi cabeza por eso ni siquiera me sirve para ver si, por lo menos, el piso donde estoy parada es constante por que puede que de un paso y termine cayendo en un precipicio sin fin, más obscuro, sin foco.
Cláramente la vida, por lo menos mi vida, no es como el Mago de Oz, no existe un camino amarillo que te conduzca al lugar donde te conviene ir, tampoco hay hombre de hojalata, ni león ni espantapájaros, uno va solo caminando, sin luz, sin camino amarillo, sin zapatillas de rubí, sin certeza, equivocándose constantemente y, la gran mayoría de las veces, sin poder volver para tomar otro camino cuando te has equivocado. Me desagrada sobremanera vivir a veces, tengo un arma suicida a la mano, la miro, la tomo, la sueño y no doy el paso, trato de seguir caminando pero no hay caso, siempre termino en lo mismo: añorando valentía para terminar con todo.
¿Será válido pedirle a otro que te tome de la mano y sea tu lazarillo? Me parece egoista, por lo menos en mi caso, acostumbro a deambular caminos llenos de trampas peligrosas, con dolores extremos, a veces alegrías, a veces pesadillas profundas de realidades pasadas que se repiten cada cierto tiempo. ¿Qué habría sido de mi vida si esas pesadillas reales jamás habrían sucedido? como que a veces se me ocurre que no estaría acá en esto, que mis confianzas serían distintas a las que son, pero hace años que asumí esa realidad como mi realidad, entonces ya no me cuestiono preguntándome qué habría si... ya no fue, las cosas pasaron, las cosas pasan, hay fantasmas que se hacen personas cada cierto tiempo (cuando ellos quieren), al final ya aprendí a hacerlos parte de mi vida, el punto es ¿cómo afecta eso a quien pueda estar a mi lado? ¿será aceptado?. Mejor es dejar las ilusiones en un bolsillo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Juan dijo...

El finde, mientras estaba en la UCI de la Indisa, mientras la mama de Paula fallecia de manera tan intespestiva producto de una aneurisma uno se da cuenta que cosas tan fragiles somos...

Y como una mujer tan llena de vida simplemente se apagó.

Cambia el chip Lo...la vida es algo que merece la pena vivir.

Un abrazo apapachable...