lunes, octubre 17, 2005

Mi diario Vivir


Me paro a observar
pero las personas chocan con mi cuerpo
y este, vergonzoso,
se recoge entre sus pliegues.

Levanto mi voz para opinar
pero me atropellan las palabras de otros
y recojo mis oraciones, los puntos, las comas que quedaron tiradas por ahí,
las guardo en un baúl sin fondo,
sonrío,
total nadie se da cuenta.

Mi personalidad se esconde,
por miedo, verguenza, quizás por qué,
me hago topo y creo túneles subterraneos
donde solo puedo caber yo,
me quedo allí,
se respira húmedo, está oscuro,
aún así me siento cómoda.

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