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Hay melancolía de cosas ya pasadasde lo que pudo sery no fuede lo que soñamosy murió.Siento melancolía del amor,me siento ciega, quizás a tientas,buscando rumbobuscando en mi melancolíaun poco de respirosin darme cuentaque hay solo más dolor allí.Melancolía de tí,de aquellas cosas que vivimos, de esos tiempos ¡que tiempos!nostalgia de lo que fuimos juntosnostalgia de nuestros sueñosque tal vez (claramente) solo eran mis sueñosjamás los tuyos.Asumo que soy autoreferente siempre...trato, pero no puedo evitarlo
Hoy me vestí de nadiepara salir a la callea vivir una vida invisiblea los ojos de la gente.Me he vestido de nadiemuy tranquila, muy conciente, para llevar mis penassin que los demás las vean.
Yo soy el cuervo
el cuervo negro
de alas muy oscuras
mis ojos son una malvada oscuridad...
de verdad soy un mal cuervo.
Aléjate que soy un cuervo
te sacaré los ojos
picaré tu piel
comeré tus entrañas
asecharé a tus animales
y tu cosecha.
Te rondaré
mi sombra te quitará tu luz
me volveré enorme
mis alas te rodearán
hasta quitarte la respiración
Yo soy un cuervo,
recuérdalo.
(No como carne, lo referente a eso es metafórico ¿okis?)
Se siente un peso enormeparece que no se puede másla carga se hace más duraflaquean las piernas, las ganasy el camino se vuelve más largocomo un callejón sin salida,oscuro, peligroso, húmedo, grasiento,vuelves la mirada para atráste das cuenta que tampoco se puede regresar¡ojalá un rayo te consuma!se te sale la cobardía de golpecomo si la sudaras por cada poro¿estás cansado? ¿lo estás?claro que sia leguas se evidencia la debilidadte agarras la cabeza a dos manosmientras lloras tu infortunio,salen las típicas quejas"porqué a mi"aunque sabes que es ridículo pensar eso¿que qué se hace ahora?qué se yo, todos estamos en lo mismo,es la puta vida,toma silenciosamente tu cargay sigue caminandosi total tampoco queda otra,en una de esas, disimuladamente,vas tirando un poco de peso en el camino,por ahí paras y te refrescasel dolor no puede ser eternoasí de simple,si otros sobreviven¿porqué tu no?
Me paro a observarpero las personas chocan con mi cuerpoy este, vergonzoso,se recoge entre sus pliegues.Levanto mi voz para opinarpero me atropellan las palabras de otrosy recojo mis oraciones, los puntos, las comas que quedaron tiradas por ahí,las guardo en un baúl sin fondo,sonrío,total nadie se da cuenta.Mi personalidad se esconde, por miedo, verguenza, quizás por qué,me hago topo y creo túneles subterraneosdonde solo puedo caber yo,me quedo allí,se respira húmedo, está oscuro,aún así me siento cómoda.
Vivo en islas ficticias
creadas por mi soledad autoinplantada;
me acurruco en los huecos
imaginarios que hay en mi celda personal.
Seis años(nueve) procesada,
no me puedo ganar la libertad condicional;
escondida
de recuerdos que están caídos en un cajón del cerebro.
Me volví espectadora de las cosas,
no puedo hacerme parte de la sociedad por mis antecedentes,
y vuelvo a delinquir
anclada en tu carcajada invasiva,
soñándote absurda.
Mejor recluida,
¡me declaro culpable, pido pena capital!
la sociedad, el país.
No puedo imaginar cuantas veces
pienso en tus ojos, en tus palabras.
Nadie tiene derecho
a acribillarte el alma,
a romper tu tranquilidad,
a colmarte de miedo.
Las heridas físicas sanan,
las heridas que causan
los recuerdos y las palabras
no se borran,
quedan atrapadas entre tus huesos,
se vuelven parte de tu cuerpo,
corren por tu sangre.
Es hora de sentarse a parchar heridas
dejarlas reposar,
pensar en otra cosa y aceptar
que ahí están,
que ahí se quedarán.
No puedo sentir,
como si tuviera
el corazon incompleto;
solo siento
pequeños trozos
que me duelen
y que pesan.
Estoy pisoteada,
fui arrastrada
hasta sangrar,
he llorado,
me he arrepentido.
Hoy no puedo sentir,
¡¡Me lo prohíbo!!,
no lo soporto,
me duele mucho,
simplemente me descascaro.
Lo miro y
me magino el leve roce
de mi mano con su mano,
leve, siempre tan leve,
como si fuera el roce constante con el aire.
Leve.
Imagino que te beso
que te abrazo, te beso.
Me pregunto constantemente qué es
lo que me sucede contigo,
me quedo en sus brazos
dormida en un amor leve.
Y todo es derrepente,
quisiera que fuera más seguido,
los roces,
las caricias,
dejar de ser leve
poder ser mucho más que aire
no tener que imaginarlo
sentir que me extrañas
poder besarte,
besarte.
Y si te quiero y no me quieres
¿qué hago yo con el querer?
Puedo dejar de cranear
los romances que no tendremos
y el camino que no haremos.
Tal vez debería asumir
que ni siquiera volveré a olerte
ni escucharte, menos verte.
Asumir.
Aunque te quiero aún
¿será momento de dar vuelta la historia?
me refiero a disponerme a
no pensar más en tí.
Si se pudiera sacar lo que
duele y no sirve del querer
solo tendría una pequeña cicatriz
y podría seguir adelante.
Acá estoy anclada en tí
atrapada y ahogada sin aire
que me niegas
por que mi amor no te importa,
no te importa.
Me gustaría no preocuparme tanto
sufrir menos de los dolores
(especialmente de los ajenos)
quizás simplemente no ser.
Me gustaría
haber vivido menos
tal vez así disfrutaría con menos dudas
y aceptaría más.
Quiero un espacio, un pequeño espacio
y poder vivir siempre ahí
en silencio, sola,
pero en paz conmigo.