jueves, noviembre 02, 2017

Al borde de la desesperación, se te cae el mundo encima, y no tienes de qué afirmarte.

Te tratas de convencer de que puedes pero sabes que la montaña es más alta que tus fuerzas.

Porque en un momento te sientes menos que cualquier desafío y piensas.

Piensas y te acuerdas de todos los que minaron tus confianzas y tu les creíste.

Sientes y te culpas, y sigue todo igual, un vacío lleno de promesas.

Y la verdad es que ya estás cansado, o solo es cansancio, y nada cambia.

La culpa de creer, la culpa de querer, la culpa de amar, la culpa de confiar.

No queda más que suspirar, ya no vale preguntar los porqué, ¿para qué?

Y te levantas al otro día, le sonríes a todos, te mantienes parado, ¿hasta cuándo?

(Escrito el 14/01/2017)

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