skip to main |
skip to sidebar
¿Qué debo hacer para que logres sonreír cuando me ves? Nada servirá. En un pestañazo que di desapareciste de mi lado y comenzaste a mirarme con indiferencia agobiante. Hoy no voy a pestañear, me sale un suspiro ahogado, que me llena de resignación: El que está a mi lado no es el que estaba antes, la fuerza de los intentos solo consiguieron el efecto inverso. No existo en tí solo soy una cicatriz que se queda pero de a poco desaparece. Quiero irme, lo sé, nadie se dará cuenta que me fui.
No puedo adivinarte sigues caminos indescifrables por eso no puedo leerte, los vaivenes siempre me han mareado. No sé qué pasó hoy, no sé qué pasó ayer, no sé que podría pasar mañana, solo sé que ya no sé si tu me quieres. Es mi amor el incompleto, es mi amor el que no basta, la puerta está abierta, por favor, por mi no te quedes. Tu indiferencia me mata mi estupidez te agobia, no sé que más decir.
Qué seré yo para tí, qué pasará por tu mente y corazón, dónde vamos tu y yo, y dónde está el fin de nuestro camino. Lejos sin distancia es la peor lejanía, pero tus ojos me miran y parecen quererme. Incertidumbre, aparecen las preguntas, los miedos consumen, me persigue la pena. Llego y no estás, me quedo y te vas, te toco, entonces, a veces eludes, a veces me abrazas. Esta noche sueño contigo, mañana te recuerdo, quizás me besas. Buenas noches, me duermo en tí.
Los celos, malditos celos, la ceguera del miedo, eso son los celos. Los celos, transforman el miedo en rabia, en dolor, en desconfianza. Me quedo en silencio, siempre me trago mis celos, sé que, al final, igual me quedaré sola y que las alas de quien esté conmigo se abrirán para emprender el vuelo. Mis celos, al final siempre terminan siendo lo que tiene que pasar: pesadillas hechas realidad. Hoy solo espero a que suceda.