jueves, diciembre 07, 2017

Ella

Era una historia complicada, se veía en sus ojos, pero era muy difícil de leer, una historia oscura que le alteraba el corazón de vez en cuando, algunas veces más seguido, otras, cada cierto tiempo, pero que ella asumió como parte de su vida.

Él se adueñó de su vida, la sentenció a la soledad, a la culpa, al miedo. Él fueron ellos y ella solo siguió adelante, porque guardarse su vida, era su forma de supervivencia y aún así, sus ojos gritaban, no por ayuda, sino que solo por un abrazo sincero que dijera "no estás sola", pero qué difícil es creer, contener, no culpar a alguien que ha sido maltratado tanto tiempo. Así que ella aprendió a sobrevivir, a cuidarse, aprendió a no hablar, aprendió a esconder, pero jamás logró callar sus ojos desesperados así que lo compensó con una gran sonrisa y como nunca nadie se detiene a observar, la sonrisa fue la gran cortina que todo lo arregló y nunca jamás nadie se dio cuenta que ella era una historia complicada.

domingo, noviembre 05, 2017

¿Libres?

Andamos por la vida creyendo que tenemos muchos temas superados, hasta que nos enfrentamos a ellos y no, estaban dormidos esperando sorprendernos y golpearnos, indefensos porque nos creímos libres, pero no es tan fácil ser libre.

jueves, noviembre 02, 2017

Al borde de la desesperación, se te cae el mundo encima, y no tienes de qué afirmarte.

Te tratas de convencer de que puedes pero sabes que la montaña es más alta que tus fuerzas.

Porque en un momento te sientes menos que cualquier desafío y piensas.

Piensas y te acuerdas de todos los que minaron tus confianzas y tu les creíste.

Sientes y te culpas, y sigue todo igual, un vacío lleno de promesas.

Y la verdad es que ya estás cansado, o solo es cansancio, y nada cambia.

La culpa de creer, la culpa de querer, la culpa de amar, la culpa de confiar.

No queda más que suspirar, ya no vale preguntar los porqué, ¿para qué?

Y te levantas al otro día, le sonríes a todos, te mantienes parado, ¿hasta cuándo?

(Escrito el 14/01/2017)
Cuéntale qué siento,
cuéntale como estoy,
ve a señalarle lo que pasó
hasta que comprenda
la fractura
y el dolor,
que pueden provocar sus acciones.

Ve y dile que no vuelva,
que es posible que lo perdone,
no quiero que nadie vuelva,
que nadie entre en mi vida,
que ya en esta soledad me quedaré.

Han pasado tantas cosas,
se sabe,
no es necesario hablar más.

(Escrito el 14/08/2017)

YO

Yo no soy comunicativa,
no me gusta hablar de mi,
no me gusta abrir mis espacios
no quiero que sepan de mi.

Quiero que las heridas abiertas sean secreto,
quiero que mis heridas no se vean,
que todas mis lágrimas y sonrisas
se vayan a la tumba conmigo
(a mi tumba, mi ansiada tumba)

Así que no se engañen,
no importa quien seas,
no sabes quién soy, así lo quiero, así será,
no me trates como si me conocieras
porque de mi no sabes,
no presiones mis razones,
yo conozco la tortura así que sé no ceder.

Y así sola sigo porque así lo quiero,
no me sé el camino, pero sé que llego.

(Escrito el 04/09/2017)

lunes, septiembre 19, 2016

Cuáles son mis motivos,
qué me impulsa a moverme,
qué, qué,
me pregunto y no respondo,
yo no respondo nada de mí,
no me respondo sobre mí.

Los motivos,
mis motivos,
inercia, simple física,
cumplimiento, más inercia.
A veces el corazón,
un eterno suicida,
que no se cansa de lanzarse
donde siempre queda roto,
y lo que queda de él parece no cansarse.
Roto siempre roto,
parchado es siempre roto.
Rota,
al borde de lanzarme,
de mantenerse en un sueño
y ser libre,
¿cuáles son mis motivos?
El punto de nada y del no retorno,
el punto del fin,
el punto para partir
y nada, ahogarse en nada.

(escrito el 08.09.2016)

sábado, mayo 28, 2016

Te quiero tanto que ya no sé
como te quiero,
pero tanto te quiero que no sé
como quererte
y queriendo y queriéndote
aún no sé si tu me quieres
porque en algún momento
creo haber dejado de creerte,
más no de quererte,
por eso siento tristeza
cada vez que puedo verte.

Escrito el 15-01-2016
Yo no soy lo suficientemente alta,
ni flaca, ni bella, ni nada,
esa palabra, la nada.

Yo no soy digna tuya,
no soy digna de alguien,
yo soy nadie.

Yo, no sé como, obtuve tu amistad
yo indigna y sucia,
yo manchada, yo nadie.

Yo solo sé que debo y quiero agradecerte,
yo nadie, quiere y debe abrazarte,
ni sabia, ni bella, ni nada.

Yo quisiera pedirte y no puedo
yo indigna solo me atrevo a quererte,
yo, solo yo nadie.

Y yo estoy para ti
mi cariño se ofrece para tu felicidad
y así yo nadie soy tu invisible mano
que te sigue sobre tu hombro,
la mano de algodón para levantarte en cada caída
yo nadie, yo invisible, yo estoy para ti.

Escrito el 12-01-2016

Soliloquio de desesperanza

¿Qué estás haciendo con tus manos agrietadas?
deja el dolor físico,
deja la pena,
deja las lágrimas,
pero dejas las palabras,
renuncias a las confianzas
para pudrirte desde dentro,
con dolor físico,
con pena,
con lágrimas.
¿Qué estás haciendo? ¡¿Qué?!
llevas tu carga,
que cada día pesa más,
y cierras los ojos y aguantas
¡hasta cuándo!
hasta que te desmoronas
y se caiga el alma seca,
cuando ya nada valga la pena,
nada.
¿Quién hace más daño?
¿Ellos o tu?
Sí, te estás matando
sin armas, sin químicos, sin cuerdas,
te estás matando y lo sabes,
lentamente mueres y respiras
pero tienes miedo de la gente,
es que ya nadie, nadie...
y te mató el alma el silencio,
la indiferencia, la desidia.
Es que trataste, intentaste, quisiste
y nadie, nadie, nadie.

Escrito el 11.01.2016

Nadie

Así esperé tus palabras,
solo sus palabras
pero solo hubo silencio,
como tantos otros,
tantos silencios.

No buscaba respuestas,

ni preguntas, nada especial,
buscaba algo,
por saber que estás ahí,
como para enterarme que me leíste
pero creo que ya ni siquiera
quiero saber que te importa.

La gente y su disfraz de silencio,

las personas y la evasión,
la población y su ombliguismo,
yo y mi soledad de la incomprensión.

Es que si me buscas me encuentras,

si quieres hablar estaré ahí,
si hay pena en ti te abrazaré
pero yo no sé,
no sé nada de nadie,
no sé nada de ti,
menos de nada de ti en mi.

Me rindo con la gente,

soy más rara de lo que creí,
estoy cansada de preguntarme cosas
y de jamás tener la mínima
palabra de respuesta.

Escrito el 05.01.2016
Una vez más,
atrapada en la debilidad,
acosada por un miedo sin razón,
nuevamente hablé,
en un limbo de desesperación
y ahora,
sin arrepentimiento,
me da vergüenza dar la cara.

Sí, hablé,

pero hablé escondida,
a ojos cerrados bajo las sábanas,
a distancia, amparada
y pasó la noche,
llegó el día,
pasa el trabajo y estoy descubierta
¿cómo llegaré a verte sin amparo?

Yo te hablé,

tu no lo pediste
e igual hablé
¿ahora cómo te miro sin la vergüenza del peso
y calibre de mis palabras?

Escrito el 09-12-2015

martes, julio 14, 2015

Libertad

No acaba, es aún peor,
cada día más obscuro,
a cada momento duele más,
pero ha llegado la hora,
mi hora, aquella hora.

Exijo mi derecho a tomar esta decisión
y, qué más da que me odies,
qué más da que te enojes,
qué más da, si está todo por terminar,
seré libre de tu juicio,
tu serás libre de mi "egoísmo".

¿Cómo puedo explicarte?
lo hago por ti, por él, por mi, por todos,
estamos todos ya agotados de mi
y yo sumamente agotada de respirar,
conociendo la inmensidad del fracaso,
cayéndome en esta vida invivible,
para mi.

Me dirás cobarde,
es posible,
ya no oigo, ya no siento,
y no sufras,
solo piensa en mi paz profunda,
en algún lugar a salvo,
tan lejos que no podré dañarte,
inalcanzable para este dolor:
horrible, terrible,
que tu ni nadie entiende,
ni quiero que entiendas,
por que si tu entiendes lo sientes
y si lo sientes te duele.
Jamás quisiera verte sufrir así.

Quiero verte sonreír, 
yo estaré bien,
celebra mi libertad por mi
y no es una despedida,
ya se verá.

(escrito el 23/06/2015 en plena libertad y con todos los sentidos funcionando correctamente, o por lo menos, funcionando como siempre)

martes, abril 21, 2015

Sostengo mi mundo aparte

Sostengo un mundo con mi cuerpo,
sostengo una vida con hilos,
y la insignificancia se presenta en cada lugar,
su peso es etéreo e insoportable.

Hay un dolor común escondido por ahí,
hay un mundo aparte rodeándome,
hay un algo que no entiendes en mi punto aparte,
hay algo que yo no entiendo en ese mundo común.

Trenzamos relaciones en todos los puntos,
conocemos a medias, con verdades propias,
en esos lugares en que solo me detengo a observar,
porque no soy de tu mundo común, ni tu ves mi mundo aparte.

Sostengo mi mundo con mi cuerpo,
el mundo de mis historias, el mundo entero sobre mi,
el peso es mío, mi destino, mi mundo, mi yo,
mi sentencia, mi dolor, mi muerte.